Tot són ones

«Es la conciencia de pertenecer a una civilidad que nos permite sentirnos y querernos —en pasado, en presente y en futuro— ciudadanos y ciudadanas del Mediterráneo». Esta definición que Josep Piera hace del concepto de «mediterraneïtat» funciona en Tot són ones como un mantra desde el cual repasa, dibuja poéticamente, y revalida humanamente, el compromiso con sus lugares, con los referentes culturales y literarios que han modelado su personalidad literaria. Quienes estamos avezados al discurso de Josep Piera lo sabemos y lo hemos podido ver expresado en todos los géneros que ha cultivado, desde la poesía hasta la literatura de cáriz dietarístico o —ahora tenemos la oportunidad de comprobarlo— en los artículos publicados en prensa.

Todo son olas. Puntos neurálgicos en el centro de universos personales que se expanden, como las plazas donde se concentra la vida de los pueblos: desde la plaza Mayor de Beniopa hasta la plaza Jemaa el Fnà de Marrakech, pasando por la plaza de la Vila, de Vilanova i la Geltrú, la plaza Mayor de Canals donde se planta la Hoguera más grande del mundo o la plaza de Sant Pere de Berga por donde desfila la Patum. Espacios y lugares que, en palabras del autor, no son tan solo físicos sino también «paisajes de deseos, y de emociones».

Josep Piera (1947) es autor de una larga lista de títulos en poesía y en prosa. La poesía ha sido reunida en Poesia completa (1971-2018). Como prosista, algunos títulos destacables son: El cingle verd (1982), Seduccions de Marràqueix (1996), Jo sóc aquest que em dic Ausiàs March (2001) y El llibre daurat. La història de la paella com no s'ha contat mai (2018). Mención a parte merecen las memorias Puta postguerra (2007), Els fantàstics setanta (2020) y Canvi de rumb (2023). A lo largo de su trayectoria ha recibido premios literarios como Carles Riba en poesía, Josep Pla de narrativa o Josep Vallverdú de ensayo. Ha recibido igualmente la Cruz de San Jorge de la Generalitat de Cataluña (1991), la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana (2021) y el premio de Honor de las Letras Catalanas (2023). Josep Piera es hijo predilecto de Gandia desde el año 2010.